La Oración inaugural del Curso Académico de 1903 á 1904, que me confía el precepto reglamentario, es árdua tarea á la par corporativa y personal, obligándome á solicitar la benevolencia de mis respetables comprofesores, al dirigirme especialmente á nuestros escolares ávidos de saber y empellados en excrutar la realidad del Cosmos y los fundamentos de la Civilización á fin de ser útiles á la Humanidad y la Patria. Procurando ser breve investigaré someramente algunos elementos que constituyen La Función Social de la Universidad Moderna.