Descripción:
Por el epígrafe que antecede, se echará de ver que el autor de las presentes líneas no es del todo ageno al quis vel qui; de donde se colige que bien pudo traducir al castellano de nuestros dias el interesante Viaje á Cerebrópolis que, en sus buenos tiempos, escribió el Licenciado Ingrasias.
Ninguna investigacion formal se ha encaminado á desentranar la autenticidad de esta obrita, ni se tienen noticias biográficas de la personalidad del susodicho Licenciado; solo parece indudable -atendidas las condiciones de tiempo y lugar- que este no fué el Juan Felipe Ingrasias, que, en el siglo xvi, brilló con tanto esplendor por sus estudios anatómicos y al cual se debió el descubrimiento del huesecito estribo en la cadenilla del oido me
dio, y cuyo nombre ha quedado eternamente adherido á las puntiagudas orejas del murciélago esfenoidal. Lo más probable es que Ingrasias fuese un seudónimo, adoptado por cierto médico -catalan quizás- que no tuvo por conveniente confiar al papel y bajo la responsabilidad de su verdadero apellido, los festivos pensamientos é hilarantes episodios con que expone lo que en su tiempo sabia él -y pocos más- de anatomía y funcionamiento de
la masa encefálica. Fué un anticipo de saber, de que seguramente se dió vergüenza y tuvo miedo el autor, temiendo quizás los ardientes afectos de los sábios de su época, quienes, en medio del fragor de la Revolucion
francesa, daban el diapason normal de la ciencia constituida en la bienhandada Nacion en donde, aun hoy dia, esparcen positivos y fecundos gérmenes de felicidad y de bienandanza los inmortales espíritus de los Felipes y de los Cárlos segundos. -Q. D. H. en su eterna gloria, para que no tengan ganas de volver, Amen-.