Descripción:
Señores:
En perjuicio vuestro y en detrimento mio, hállome en este sitio. En perjuicio vuestro, porque echareis de menos el brillante discurso de los años anteriores; en detrimento mio, porque, aun empleando todas mis fuerzas, ha de ponerse de manifiesto mi flaqueza intelectual. Poderosos estímulos han de haberme traido á semejante trance, que siempre es doloroso, cuando se tiene conciencia de ello, molestar á los que oyen y hacer involuntario alarde de una valía que no existe. La amistad por una parte, que afectuosamente me une al digno Director de este Colegio; la frecuencia de visitas por razón de mi cargo; la persistencia del ruego, y sobre todo esto, el interés con que instintivamente miro la educación de la infancia, pusiéronme en el compromiso de llevar la voz en este solemne acto. Valorando el pro y el contra de mi situación, me arredro; pensando en mi palabra empenada, me animo, y puesto que ofrecido fué, lo cumplo. Siempre será más airoso realizar lo que se promete, que renegar de lo convenido. Y ahorro palabras, entrando bruscamente en materia, si tal puede llamarse lo poco que me propongo decir acerca de la importancia de educar bien á los ninos.