Al referirnos á este asunto, lo haremos circunscribiéndonos al tema de un modo perfecto, esto es, ocupándonos del tratamiento de la desviación y dislocación del útero en sentido descendente, aunque más ó menos acentuada, pero prescindiendo de los casos en que la desviación es fenómeno consecutivo de afectos de la mayor importancia, en los cuales puede producirse el prolapso uterino y en que este representa un papel por demás secundario. De otro modo habría.nos de remontarnos al estudio de gran número de afecciones que, residiendo ó no en el aparato génito-urinario de la mujer, nos llevarían muy lejos del asunto propuesto en el tema á que nos hemos de circunscribir. Así descontaremos de este estudio los casos en que el prolapso uterino es efecto de unaneoplasia considerable del útero, en que debe dominar como idea principal el tratamiento de ésta más que el de la desviación uterina, otros análogos por neoplasia ovárica en que debe imperar igual razonamiento, los de descenso uterino producido por ascitis, etc. Nos concretaremos, pues, á senalar el estado actual de la ciencia respecto al tratamiento de la histeroptosis, en tanto que el hecho predominante en ella es la dislocación del útero considerada en sí, y que porlo mismo la acción del ginecólogo debe dirigirse á normalizar la situación de este órgano cuando persiste en condiciones patológicas.