En íos siete años que estoy enseñando la materia médica externa he tocado de cerca la necesidad de un tratado elementar, que pueda serviros de guia en mis lecciones. Los apuntes que se toman precipitadamente en la cátedra de la boca del maestro, están muy expuestos al error, y mas cuando se sacan de ellos muchas copias, por las equivocaciones que en cada una de ellas se cometen; llegando al fin enteramente desfigurado el verdadero sentido de la doctrina que debe aprenderse. No habiendo de otra parte autor alguno que haya tratado ex profeso de dicha materia, no podiais consultar otras obras que las de Rancé ó de Cullen, quienes en su tratado general de medicamentos han consagrado algunos artículos á la materia médica externa, artículos todos incompletos, redactados segun las ideas dominantes en la época en que los escribieron, y que distan mucho de formar un cuerpo de doctrina, cual se requiere para un Profesor que se dedica á la práctica de la cirugía. He creido por tanto que no habia otro medio de solidar vuestra instruccion en este ramo, que el de redactar un tratado de materia médica arreglado á los conocimientos del dia, conforme con la práctica de los principales maestros del arte y con mi propia experiencia.