Ahora bien; al empezar en el año académico último la asignatura de Ginecopatía, pidiéronme los discipulos permiso para encargar á un taquígrafo la copia de las lecciones, y luego publicarlas. Por mucho que reconociese la falta de mérito y de valor de aquellas lecciones, no pude negarme á la demanda, accediendo, empero, con dos condiciones: 1ª. que debia yo corregir las hojas taquigráficas; 2ª. que la publicacion correria de mi cuenta. De esta manera es como un objeto puramente de utilidad para mis discípulos me ha obligado á dar á la prensa un trabajo que ni es bueno, ni reune siquiera condiciones para constituir un libro mediano. La manera como esto se ha hecho no ha podido menos de trascender en las condiciones del libro. Por mas que el profesor se esmere, la exposicion oral de sus doctrinas adolece siempre de dos defectos: 1º. de cierta nimiedad en algunos detalles, que contrasta con la falta de otros tal-vez mas necesarios; 2.° de una incorreccion de estilo, hija del carácter de improvisacion que tienen casi siempre las lecciones. Traducidas éstas literalmente por la taquigrafía, resultan una verdadera fotografía de lo que se ha dicho pero tambien de sus defectos, lo cual al repasarlas solamente se puede enmendar escribiéndolas de nuevo, y este trabajo no es posible.